miércoles, 1 de febrero de 2012

Chacón

Era la primavera pasada cuando decíamos que aquel retiro de Carmen Chacón, en la pugna con Rubalcaba, podía significar el fin de su futuro político.
Se sostenía la idea sobre la llorosa escenificación de su despedida desencantada.
Pero no, podríamos afirmar que aquel instante, fuera calculado o no, es agua pasada y que su candidatura cabalga hacia una más que probable victoria.
Si la imagen que proyectan los candidatos tuviera cierta importancia en el desenlace daría por seguro que gana.
En los últimos días la cara de Rubalcaba es la de un hombre muy agotado cuyo rostro surcado por mil batallas proyecta una imagen de cierto deterioro.
En la otra esquina Chacón siempre aparece fresca, radiante y recién salida de la ducha.

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