martes, 31 de agosto de 2010

Xàbia

V.Valor,el primo de LL. cuelga hermosas fotos de Xàbia en el Facebook.
Y a LL. que es un melancólico amigo de idealizar los recuerdos, le ha dado por revivirlos pues la infancia es un paraiso.
En ese paraíso circulaba LL. a lomos de una Guzzi roja agarrado al padre de V. camino de la Granadella,el Posit, el Portitxol o La Nau, cuando el turismo eran tres francesas, el transporte cuatro horas desde Valencia en una tartana llamada "El Venturo" y el hotel uno llamado El Plata, quizás en honor del color de la bahía.
De aquella Xàbia naturalmente queda poco, pero no hay más que ver las fotos para comprobar que cierta belleza se ha quedado para siempre: la mole del Montgó, el gótico y la piedra tosca de San Bartolomé, los palacios y las casas góticas del dinero de la pasa, las calas y el mar de Sorolla, un casco histórico de portales arqueados que todavía se puede llamar histórico, algunas pinturas de Soler Blasco, los rotundos cabos, salientes y vigilantes, que la encierran y embellecen, una luz imposible de rojos acostados en el mar,etc
LL. recuerda haber vivído en una casa con patio y palmera o platanero, que daba a dos calles, quizás la llamada Major o el carrer d'Avall, una casa limpia, siempre perfumada por el barniz de las maderas, que olía a frescor y a veces a mero.
Recuerda a un amigo con quién jugaba delante del Bar Imperial o en esas plazas blancas con aire toscano y geranios en los balcones.
Recuerda a sus tíos y menos a su primo, "el meche", quizás entonces recién nacido.
Y recuerda que fué feliz, cuando el verano era un perfume de sal, polvo en las rodillas y piedras en el bolsillo.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Fiestas

En estos días llegamos a la apoteósis del jolgorio estival coincidente con las fiestas mayores de vírgenes y santos, debidamente procesionados tras noches ruidosas, toros "al carrer"y dudosos conjuntos musico vocales.
Hay que lamentar que estos necesarios entretenimientos se prolonguen hasta finales de Septiembre o más y hay que agradecer que las normales tormentas puedan aguar algunos decibelios y nos acerquen al siempre moralmente bienvenido Otoño.
También hay que complacerse con beneficios residuales de la crisis en términos de menos presupuestos municipales, lo que viene a significar menos días, menos calles cortadas, menos comas etílicos y menos de todo.
De momento aún sufrimos ese tipo de programas de televisión que nos recuerdan año tras año las tomatinas de rigor y otras celebraciones festivas extrañamente exportables o incomprensiblemente declaradas de interés turístico por algún político miope.
Son las cosas de las costumbres, malas costumbres según escribe Moncho Alpuente con original visión del caso de La Vírgen de la Paloma, fiestas de género chico para los madrileños que no se
van de vacaciones.
Son fiestas que muestran un casticismo imposible en esa obrita de Bretón donde campan chulos castigadores, boticarios que se drogan, proxenetas, menestrales y modistillas.
Por favor...
! que llueva ,que llueva,la Virgen de la Cueva!

jueves, 12 de agosto de 2010

Celebración

LL. que finalmente se equivocó en sus pronósticos futboleros también se alegró de la victoria mundialista, pero con matices que expone de la mano de Sánchez Ferlosio.
A LL. le ha parecido un exceso el gran jolgorio de la celebración. Tiene que ver la opinión con la de Ferlosio, quién afirmaba que la parte desastrosa del Mundial ha sido el desmesurado afán de ganar, lo que sugiere una definición del deporte como actividad que sólo persigue la redundancia de la victoria. También que los héroes hacen aflorar las malas pasiones que mueven las patrias.
El caso es que por la ebullición de ese circo excesivo tantas veces soez se ha podido comprobar que la hiperbólica ostentación no hace si no transformar la celebración en una obscenidad.
A LL. le ha parecido que ciertas escenas, escenarios y escenificaciones han llenado las calles y pantallas de muchos cretinos y que esa autoafirmación colectiva no está lejos de ciertas manifestaciones que llevan el sello de lo totalitario.
Peligroso.