miércoles, 29 de septiembre de 2010

Huelgas

Hoy hay huelga. Y en nuestro pueblo la fiesta de San Miguel. Algo así como una huelga con charangas y petardos. De esta huelga tan desenfocada no vamos a hablar.Para huelga, la que le montó Nicolás Redondo a Felipe González en el 88.No se podían ver.
Queremos escribir de "las otras huelgas", las que proponemos para una eficaz protesta en otros ámbitos más allá de la reforma laboral.
Aquí partimos de aquella idea expresada con la famosa frase, que más o menos decía..."es la economía idiota". Porque si es la economía, de las familias naturalmente, habrá que ir preparando la huelga de la energía, de la banca y de los recibos en general.
Por ejemplo deberíamos preparar la huelga de la luz. ¿motivos? Pagamos mucho más que la media europea y vienen más aumentos.Pero hay más: la tarifa de último recurso (un genio el autor de esa definición) el lio del déficit que viene de Rato y llega a Sebastían, los subsidios sin fin, la burbujas fotovoltaica etc. Se trataría de apagar todo un día todo lo que se pueda y quedarse a dos velas con un poco de música barroca, amor y fantasías. Debe ser muy agradable. Y si nos gusta se podría repetir. Al menos hasta que expliquen bien porqué la energía cuesta un riñon.
No estaría mal hacer huelga de tertulias y que perciban los chillones de turno el vacío que se siente cuando no le hablas a nadie. Y si funciona la siguiente la dedicaríamos a los telediarios o a la telebasura, que ya casi viene a ser lo mismo.
También pensamos en la huelga de móviles, con un día dedicado a no hablar si no es imprescindible. Aquí hay un posible ahorro a poco que dejemos de contar lo que terminamos volviendo a contar al llegar a casa o a la cita.
Y la gran huelga es la idea de sacar el dinero del banco, pues si se la montan a Zapatero por qué no a los protagonistas financieros de la crisis.
Aunque en este caso más que de huelga estaríamos hablando del gran apagón, pues estamos seguros que pedir nuestro dinero, todos a la vez, sería la gran revolución de este siglo.
El gran batacazo a pesar del Fondo de Garantías.
Y dejamos para otro día la huelga de abuelos, el verdadero sostén de muchas familias.

martes, 14 de septiembre de 2010

Apología de la nada

Se ha celebrado en Madrid otra edición de ese artefacto "artístico" llamado "La Noche en Blanco": una vorágine de propuestas ilimitadas que programa a la calle como una patria.
Esta noche oposita a marca e imagen de la ciudad como las Olimpiadas de Gallardón y como todo ese conjunto de convocatorias que llaman a la conga y al botellón, a ancianos y bebés, a los afanes de concentrase a la más mínima para disolverse en lo colectivo.
M. lo ha vivido en directo sufriendo las colas derivadas del magnetismo del gratis total y lo ha visto como una especie de Fallas, la gran verbena de Madrid que vende la noche como Paris la Torre Eiffel.
Para F. todo es gato por liebre, como si la Ópera se cantara en las calles de Orcasitas por su primo Jacinto.
S. sugiere que mayor zafiedad es imposible y su definición de esa noche como apología de la nada describe perfectamente el infantilismo galopante que invade todos los espacios.
Para LL. se trata de instrumentalización de las masas, evidencia de los peligros de las dudosas celebraciones colectivas, que se corrresponden más con el territorio de las órdenes y la planificación que con verdaderas propuestas artísticas. En definitiva un aprovechamiento de la energía de la sociedad dirigida al entretenimiento sin más, lo que equivale a la degradación del arte en el contexto de un formato discutible y artificioso.
S. afirma que esto es lo que hay mires hacia donde mires, especialmente si miras la televisión y el estilo de la confrontación de ideas. Ya no hay espacios para una mirada tranquila, para la reflexión y la serenidad.
LL. anota que esa noche se abrieron las puertas de Real Academia de la Lengua por segunda vez en 300 años. ¿ no es un dato relevante?¿ o es una paradoja?