miércoles, 29 de diciembre de 2010

Productividad

En estos días de compras navideñas, cualquiera que haya sufrido el frenesí de un centro comercial, habrá entendido a la perfección la naturaleza de algunos daños colaterales que nos deja la crisis.
Si se atienden los datos estadísticos de la contratación temporal del comercio comprobaremos que ha disminuido respecto a otros años, aunque las colas, los probadores y las cajas parecían indicar un repunte del consumo, al menos estacional.
Una jovencita al borde la extenuación se lamentaba ante LL. señalando que para el tamaño de su tienda deberían contratar más personas para atender el llenazo y el caos.
Pero no, la reforma laboral que va añadiendo facilidades para engrosar las filas del paro es ajena a las razones de la dependienta. Urge pues la reforma moral de cierto empresariado que cuando se recupera el consumo suele tardar más de lo debido en reponer el equipo que disminuyó en su día.
El resultado son jornadas y condiciones abusivas para unos y el beneficio añadido de un menor coste, para otros.
¿Para qué contratar personal si el trabajo de cuatro personas lo pueden hacer dos, que asustadas por el horizonte se plegarán a más y más exigencias?
¿es esto lo de la productividad?

1 comentario:

  1. A mí me gusta más llamarlo explotatividad. Conjuga mejor los dos conceptos.

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