miércoles, 16 de diciembre de 2009

Navidad

Ahora que se acerca esta celebración saturnal, pagana y comercial se evocan, quizás por la edad de los tertulianos, los ritos y rutinas familiares de la cena de Nochebuena.
En casa de F. la campaña comenzaba en Noviembre como en El Corte Inglés. Era cuando su padre se sentaba en una mesa con su mujer y urgía la planificación del evento. Lo curioso era que su suculenta propuesta era siempre la misma :... este año un pollo para cada uno! La idea era la expresión de un deseo de lo excepcional, pero parece ser que finalmente había sólo un pollo para todos.
El caso es que esa repetición del menú era aún mucho más rutinaria en casa de S. Allí y a la manera castellana la tradición exigía cardo,bacalao y cordero en los tiempos en los 3 platos eran poco, pues ese festín finalizaba con un postre de leche.Y así fué durante muchos años e incluso hoy con el testigo recogido por su cuñada. S. ironiza con el asunto y no encuentra otra explicación que la congelación: sus padres compraron ingentes cantidades de esos condumios que cada año van saliendo poco a poco del congelador para perpetuar el recuerdo.Para LL. lo recurrente es el sueño de sentarse en esa ilustración magistral de Norman Rockwell en la que un espléndido pavo y una cálida atmósfera expresan toda la familiaridad del momento.El problema es que en su casa nadie apuesta por el pavo.

1 comentario:

  1. No es justo :((
    Yo no sólo apuesto, sino que lo pdepadadía al güiski bienh abustito...

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