jueves, 12 de noviembre de 2009

Meticuloso

Parece ser que tenemos temor a emplear algunas palabras que han dejado de utilizarse por esa castradora tontería de lo políticamente incorrecto.De ahí que casi nadie utilice" sirviente" o "criado" para referirse a los empleados, ahora llamados de hogar. Hace unos días J.Marías reivindicaba su nobleza y su validez, lo que hace recordar a S. el maravilloso personaje Jacob von Gunten de Robert Walser que, encerrado en el kafkiano Instituto Benjumea, cuenta las peripecias de gente subordinada y modesta que aprende actitudes de servicio y obediencia.
Esta especie de diario de una domesticación, encierra una fábula muy sutil acerca de la obediencia.
A fin de cuentas muchos de los que no se atreven a decir criado quizás lo hacen porque ellos mismos lo son, en una sociedad que nos enseña a obedecer constantemente.
Y cuando parece agotado este asunto del miedo a las palabras, M. nos aporta una historieta o chiste que liquida el asunto por la vía surrealista .La peripecia de aquel lírico escritor que, definiendo a uno de sus personajes, dudaba entre calificarlo como gay, homosexual o maricón.Dado que estos vocablos le asustaban y le parecían extremadamente duros, optó finalmente por una palabra más fina y original: "meticuloso"

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