Hipertensión

A lo mejor eres hipertenso y no lo sabes. De esa ignorancia proviene que a esta dolencia se le pueda llamar asesina silenciosa, que duerme agazapada en la ausencia de analíticas. Yo era hipertenso y al igual que miles de personas no lo sabía hasta que lo supe.  El hecho es que para mediciones más concretas adosaron a mi brazo un Holter, dispositivo capaz  de molestarte 80 veces al día con el consabido apretón. Más allá de la información clínica he creído descubrir que, si enfrentas las mediciones a la realidad que vives, pueden descubrirte la íntima relación de tus arterias con la tensión emocional de la vida. Según mis averiguaciones, tal vez imaginarias, cuando desayunaba con los informativos de Bárcenas la tensión alcanzó 160-90.Con las noticias de los ERE creo que subió ligeramente y una ligera y plácida siesta marcó un esperanzador 139-81. De vuelta a la realidad el IBEX y sus números rojos en el parquet repercutieron en mi brazo y en el Holter con datos muy negativos Más tarde llegaron Telediarios cargados de falsedades,cohechos y jueces lentos y permisivos: el resultado fue un dramático 165-92 Nada fue comparado con unas humorísticas declaraciones de Floriano que además de la risa que elevaron los datos hasta el peligroso178-10. En ese momento me despegué de la realidad y conseguí buenas notas durante un par de horas. Naturalmente no atendí el telediario de la noche ni declaraciones varias de alta tensión y evité a Maruenda e inquisidores similares. La idea fue mano de santo. Así que, aún recomendando vigilancia médica, también sugiero que defiendas tus arterias emocionales de esa mala sangre que te pone tenso, la que corre por las venas de la información. Enviado desde mi iPad Manuel Lleo