Prácticamente nunca fue a la escuela y sin embargo era muy educado.Se llamaba Rafael y hace ya unos años que falleció.
Precisamente por el paso de los años su figura se va agrandando porque quizás ahora puedes comprender mejor su vejez, su tiempo y filosofía existencial.
Rafael tuvo una infancia desdichada de la que nos ha dejado unas memorias emocionantes llenas de verdad.
Desde su jubilación pasó 20 años en los 4 metros cuadrados de su sillón y minúsculo taller, donde igual construía barcos que escribía poemas en una vieja Olivetti. Sus textos floridos y líricos recrean días muy duros pero en ellos asoma un sentido del humor casi inexplicable por la naturaleza de las vivencias.
Recordar las horas de cualquiera de sus días proporciona claves de una personalidad literaria pues su atalaya se asemeja a la de ese Perec de "Un hombre que duerme" o a ese "Viaje alrededor de mi habitación" de Xavier de Maistre. En definitiva, una prueba de lo lejos que se puede llegar sin ir a ningún sitio.
Se levantaba con el amanecer y salía al paseo de su desayuno para a continuación sentarse a ese trabajo casi inútil si no fuera porque en realidad lo suyo era la gran literatura de la novela de la vida.
En su viaje a ninguna parte llegó a ser muy productivo desde la inmovilidad, lo que le permitió escapar del hastío, simplemente exiliándose del entorno.
Podría parecer que su arte no tenía fin ni utilidad, pero silenciosamente elaboró sentencias, inventos,coplas y recuerdos que configuran un personaje casi renacentista.
Siempre que pudo intentó postergar las obligaciones que podían ausentarle de su asiento donde trabajó sin pretensiones y con la exquisita y silenciosa cortesía de no molestar a nadie.
Definitivamente practicaba con cierto éxito el arte de esquivar la vida de fuera porque tenía suficiente con la vida de dentro. Quiso ser ajeno a las trifulcas,inevitablemente domésticas, que no iban con su modo de entender el mundo. No siempre lo consiguió pero se quejó muy poco de aquello que a veces le expulsaba de su mundo.
Solo ambicionó una vida simple y siempre lamentó no tener estudios.
Si los llega a tener...
Magnífico retrato. Y ahora tocaría poner un enlace a esa grabación que tenemos que digitalizar sin demora.
ResponderEliminarQué maravilla, poseer un mundo interior tan rico. Admiro a las personas como Rafael. Saludos,
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