En el mes de la cuesta todo son rebajas.
Son rebajas sobre rebajas porque, además de los recortes gubernamentales en la renta, hay otro tipo de recortes en teoría beneficioso para los bolsillos de los ciudadanos.
El consumo que ya estaba recortado, recibe el contrapeso de fórmulas teóricamente creativas en disparatadas ofertas comerciales.
La oferta ha existido siempre y con muchas variantes:el mero descuento, los programas de fidelización, los puntos o las cacerolas de los bancos.Nada es nuevo.
Pero en el panorama actual se nota el esfuerzo añadido del marketing en la proliferación de propuestas.Ya hay quien compra unos productos en Mercadona,otros en Dia o también en Lidl.
La crisis transforma el acto de la compra en una itinerante gimkana.
No es extraño que Carrefour regale la leche, que en muchos envases se lea "ahora un 20% gratis" y en general que nos ofrezcan los duros a 4 pesetas.
Ahora puede llegar a ser divertido observar el esfuerzo de las empresas y las ideas que nos traen las neuronas atribuladas.Se podría crear una colección de verdaderas estupideces.
El último disparatado hallazgo es la propuesta del tren de lavado de una gasolinera que nos ofrece un 50% de descuento...si lavamos el coche en un día de lluvia.
Yo no he podido esperar y lo lavé ayer porque el anti ciclón también debe de estar en oferta.
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