La ministra Chacón se presentó ante las cámaras para retirarse de una pugna en la que nadie sabía que ella estaba, pues no lo había dicho con anterioridad.
Parece pues que, en la comparecencia en la que tenía la pretensión de dar una noticia, dio exactamente lo contrario: una noticia sobre una noticia inexistente, algo así como una noticia inversa.
Quería decir, en definitiva, lo que hubiera dicho si hubiera podido decirlo de otra manera.
Por eso su manera llorosa fue la peor escenificación de un desencanto porque la ministra nos habló de sus futuras intenciones en el trágico y preciso momento de su inmolación.Raro,raro.
Si trataba de tomar posiciones con esa especie de programa adelantado no debió hacerlo con ese temblor vacilante, que produjo una imagen que quizás ya la ha fulminado para siempre.
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